10 consejos indispensables para preservar y mantener tu vehículo durante la cuarentena del Coronavirus COVID19
El confinamiento ha pillado por sorpresa a toda una generación de automovilistas y propietarios de vehículos que nunca pensaron en tener que detener su vehículo de uso regular por tanto tiempo. Los vehículos se parecen en mucho a las personas y, así como oímos en prensa que tenemos que ejercitarnos para cuidar nuestra salud, también el vehículo debe moverse para cuidar la suya. En esta etapa de confinamiento en la que no nos es posible salir a rodar el coche, muchos de nosotros nos vemos obligados a mantener nuestro vehículo parado por semanas e incluso meses. Esta detención obligada, si no se acomete correctamente, puede dar al traste con la solidez de nuestras máquinas y acarrear costosas reparaciones a corto plazo. Para evitar algunos de estos males, vamos a daros 10 consejos de conservación a aplicar en vehículos parados desde pocas semanas hasta 6 meses. Por esto, nuestro amigo Dani, experto en mantenimiento de coches nos ha preparado los siguientes consejos(Mil gracias Dani!!!):
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LIMPIEZA:
Antes de mantener el vehículo parado durante mucho tiempo conviene lavarlo profundamente por encima y por debajo. Antes del confinamiento, en pleno invierno, las carreteras eran irrigadas con sal y derivados que previenen de la formación de hielo, pero también son nocivos para nuestra pintura y partes metálicas. Además resina, heces de pájaro, barro y partículas en suspensión pueden, con el tiempo y si no son retiradas, acabar penetrando en nuestra pintura o piezas mecánicas y deteriorándolas irremediablemente. Por ello, como parte de la preparación para el almacenaje de nuestro coche, es muy recomendable una limpieza por dentro y por fuera. Además, si es posible, sería un buen momento para dar una capa de cera u otro protector similar que prolongue los buenos efectos de un lavado sobre nuestra carrocería.
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ALMACENAJE:
El sol, los cambios de temperatura y la intemperie también dañan la estética y mecánica de nuestro automóvil. La opción ideal es guardar nuestro vehículo en un garaje privado o comunitario, pero no todo el mundo dispone de él. Si es tu caso, es altamente recomendable la utilización de una funda de lona para envolver nuestro coche. Las hay de muchos tipos y calidades. Cuanto más gruesa y resistente, mejor. En caso de que no queramos comprar una lona, es recomendable proteger nuestro coche del sol en la medida de lo posible, buscando plazas cubiertas o sombras (árboles no, sueltan resina y albergan pájaros y sus corrosivos excrementos). De este modo minimizaremos la exposición al sol y los daños en la pintura y por cambios de temperatura. Como parte del almacenaje, el freno de mano no es recomendable, puesto que puede destensarse o incluso bloquearse. Si el coche está en una posición horizontal, es preferible el uso de calzos y dejar una velocidad engranada.
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ACEITE Y FILTROS:
Imaginemos una sartén que hemos utilizado para freír croquetas y dejamos sin limpiar una semana. Después de ese tiempo, el aceite se ha decapado y en el fondo de la sartén los desperdicios se han aglutinado y solidificado. Si el aceite de nuestro coche está sucio en el momento de su almacenaje, los desperdicios y partículas más pesadas se solidificarán sobre el cárter, en los filtros o en componentes móviles que deberían estar correctamente lubricados. Por ello, es muy conveniente que el aceite y los filtros sean sustituidos justo antes de almacenar el vehículo. Recuerda que después de sustituir ambos componentes, deberías arrancar y tener arrancado el vehículo por espacio de varios minutos para garantizar que el aceite limpio fluye e inunda todo el motor y conductos.
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COMBUSTIBLE:
El combustible de cualquier motor es un líquido que está diseñado para ser utilizado en un corto periodo de tiempo. Cuando los combustibles no se utilizan en un periodo largo de tiempo, sus componentes químicos empiezan a reaccionar creando parafinas, aceites y otras sustancias que, una vez utilizado de nuevo, pueden bloquear los filtros o inyectores y hacer que el motor se detenga (era un problema muy común en los inicios de los motores empleados en aviación). Para evitar esto, existen aditivos químicos especializados para preparar el carburante para un estado prolongado sin uso. Son los llamados “estabilizadores de combustible”. En esta época sería adecuado buscar el más adecuado para nuestro vehículo y combustible y utilizarlo.
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NEUMÁTICOS:
Un neumático no es totalmente estanco. Todos pierden presión en mayor o menor medida en función de su calidad, uso y exposición al sol (el caucho es muy vulnerable a la radiación solar). Si alguno de los neumáticos de nuestro coche pierde el aire suficiente, puede deformarse o incluso ser perforado por la llanta y el peso del vehículo. La opción ideal, al alcance de muy pocos, es mantener el coche en suspensión, en un elevador, sobre caballetes, etc. Como para la mayor parte de nosotros eso es imposible, nuestra mejor opción es llenar los neumáticos a la mayor presión posible dentro de la recomendada por el fabricante para nuestro vehículo y además tratar de protegerlos del sol. Con esto, protegeremos los neumáticos y prolongaremos su vida útil.
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BATERÍA:
El sistema eléctrico de un coche en funcionamiento consume una cantidad considerable de energía eléctrica que obtenemos del alternador pero, no por detener el vehículo el consumo eléctrico se detiene también. El consumo de un vehículo parado es muy bajo y el gasto de la batería es casi imperceptible entre la detención y el arranque posterior si este se hace en un periodo de uno o dos días. En cambio, si el vehículo se detiene por un periodo largo, esos pequeños gastos (reloj, alarma, sensor del mando a distancia, etc.) pueden acabar gastando la batería e impidiéndonos arrancar el coche de nuevo. Por ello, para evitar quedarnos si n potencia de arranque, es recomendable desconectar la batería justo antes de mantenerlo detenido por un largo periodo de tiempo.
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LIQUIDOS:
El refrigerante, líquidos de frenos, dirección y caja de cambios y demás líquidos que pueda tener nuestro vehículo han de ser llenados hasta la marca superior recomendada por el fabricante. Esto evitará que el aire contenido en los diferentes depósitos se condense generando una humedad que puede resultar nociva para los componentes de los circuitos hidráulicos del coche.
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ARRANQUE:
Al menos una vez a la semana es muy recomendable (si nos es posible por el confinamiento) arrancar el vehículo y dejarlo arrancado por un periodo de tiempo de 5 a 10 minutos (cuidado con la ventilación en caso de hacerlo en un garaje cerrado, podríamos intoxicarnos con los gases de escape). Esto permitirá que los lubricantes fluyan e inunden las partes móviles y que los manguitos y demás partes plásticas no pierdan demasiada elasticidad.
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AIRE ACONDICIONADO:
Los vehículos equipados con aire acondicionado (casi todos a día de hoy) deben prestar especial atención a este servicio. El compresor, las tuberías de gas, los intercambiadores de calor y demás partes son especialmente sensibles y suelen generar averías debido a un mal uso del sistema. Para prevenir que esto pase, habrá que arrancar el vehículo y encender los ventiladores con el aire acondicionado desconectado. Tras un par de minutos, conectar el aire y dejar que trabaje durante otros minutos. Después, desconectar el aire acondicionado y mantener los ventiladores funcionando unos minutos más. Con esta sencilla tarea, que podemos aprovechar para hacer en nuestro arranque semanal del vehículo, conseguiremos evitar averías y malos olores procedentes del sistema de aire acondicionado.
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PUESTA EN MARCHA DEFINITIVA:
- Una vez levantado el confinamiento, cuando nos dispongamos a volver a utilizar con regularidad nuestro vehículo, deberemos prestar atención a diferentes aspectos de una puesta en marcha tras un largo tiempo parado. Primero de todo inspeccionaremos el vehículo por fuera buscando neumáticos deshinchados, daños en carrocería o bajos y manchas sospechosas o líquidos bajo el coche. En caso de que no encontremos nada de esto, podremos seguir con el arranque sin mayor contratiempo. Una vez conectada de nuevo la batería, accionamos el arranque. Puede ser que al vehículo le cueste arrancar y que requiramos varios intentos. Para no dañar el sistema de arranque, es recomendable no mantener la llave accionada más de 5 segundos en cada intento. Una vez el vehículo arranca, es muy importante respetar la correcta lubricación y el calentamiento de todas sus piezas, así que lo ideal sería mantener el coche arrancado al ralentí durante 5-10 minutos antes de empezar a rodar. Una vez transcurrido ese tiempo, comenzaremos a movernos con suavidad comprobando (muy importante) que el coche frena correctamente antes de echarnos a la carretera. Una vez en carretera trata de dar al vehículo un uso continuado de al menos media hora antes de volver a detenerte. Una vez detenido, mantén el vehículo un par de minutos arrancado antes de volver a parar.
Con estos consejos esperamos haberos ayudado a preservar vuestro coche durante el periodo de confinamiento (o cualquier otro periodo en el que no vayáis a usar el vehículo) y que una vez volvamos a necesitar usar nuestro automóvil, podamos hacerlo evitando pasar por el taller y con las mayores garantías de uso.
Muchas gracias Dani!