Diez consejos de conducción eficiente 

Aplícalos y reduce emisiones de gases contaminantes, consumo de combustible o generación de residuos 

A estas alturas, todos/as tenemos claro que cuando conducimos un automóvil, queramos o no, contribuimos a la contaminación. Bien sea por las emisiones de gases contaminantes, por el consumo de combustible o por los residuos que generamos, lo cierto es que el aire que respiramos, nuestras ciudades y nuestra salud física y mental se resienten. El estilo de vida que la sociedad capitalista ha fomentado durante el último siglo y a la que no nos ha costado acostumbrarnos, debido a su comodidad, es complicado de dejar de lado. Sin embargo, existen una serie de acciones que podemos realizar en nuestro día a día para que nuestra conducción sea más eficiente y sostenible. ¡Prueba a ponerlas en práctica! 

Conducción eficiente

  • Puesta a punto del vehículo. Si realizamos las revisiones periódicas pertinentes, evitaremos sustos y, además, nos aseguraremos que ningún elemento dificulta una conducción eficiente. 
  • Velocidad uniforme. Es importante evitar acelerones (especialmente en punto muerto) que emanan gases contaminantes y moderar la velocidad. Se recomienda mantener, en la medida de lo posible, una velocidad constante. 
  • Apagar el motor. Cuando no sea necesario que el coche esté en marcha o se realice una para medianamente larga, apaga el motor. 
  • Planifica tus viajes. Estudia los diferentes posibles itinerarios o rutas para evitar el tráfico en horas punta, carreteras cortadas o en obras o desorientaciones. Ahorrarás tiempo… y combustible. 
  • Comparte. Evitar que circulen vehículos ocupados únicamente por una persona nos permite reducir las emisiones contaminantes. Y es que según la CE, cada litro de combustible que consume el coche, supone unos 2,5 kilos de CO2 emitidos a la atmósfera. 
  • Marchas adecuadas. Puede parecer de Perogrullo, pero lo ideal es que arranques en primera y vayas avanzando progresivamente, sin revolucionar en exceso el motor de tu vehículo. Las marchas más largas y, como hemos comentado anteriormente, a velocidad uniforme favorecen la eficiencia en la conducción. 
  • Control en el peso. Evita el exceso de carga innecesaria. Por cada 100 kilos de peso extra en el vehículo, se incrementa el gasto de combustible un 5%, nada menos. 
  • Presión de los neumáticos. Como te aconsejamos en este artículo, es importante que revises tus neumáticos para evitar sustos. Pero, además, debes saber que el 3% del consumo de combustible depende de la presión que lleven. 
  • Uso responsable del aire acondicionado. Cuando lo encendemos, el aire acondicionado gasta un 20% más de combustible.  
  • Bajar las ventanillas. Una alternativa podría ser bajar las ventanillas. Pero recuerda que reduces la aerodinámica del coche y esto puede aumentar el gasto en combustible hasta en un 5% a velocidades altas. 

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